El Proyecto Libro AZUL
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El Proyecto Libro AZUL
Seguramente en su mente este famoso libro estará presente, solo que no se ha publicado mucha información sobre el mismo. El “proyecto Libro Azul” surgió luego de los avistamientos que hoy son un hito en el campo de la Ufología.
Un 25 de agosto de 1951 se iniciaron una serie de avistamientos como el de Alburquerque (Nuevo México) que presento un gran objeto luminoso en forma de Boomerang, así también en la localidad de Lubbock, donde cuatro profesores de la universidad de Texas vieron como una formación en V hacían movimientos sincronizados en el cielo, pero el punto máximo llego un 31 de agosto cuando un estudiante de la universidad de Texas (Carl Hart) llego a fotografiar la misma formación ante la mirada de cientos de testigos.
Las fotos (hasta hoy inexplicables) muestran 20 objetos luminosos en forma de V, que el gobierno americano alegó eran reflejos producidos por un fenómeno de inversión térmica y refracción.
En marzo de 1952, debido al creciente avistamiento de Objetos voladores no identificados, la fuerza aérea Americana desarrolla el proyecto “Blue Book” instalando su personal en la base Wright Patterson, Dayton Ohio. Allí también se encontraba la “División de Tecnología Foránea” (lugar donde se investigaban los adelantos tecnológicos desarrollados por otros países)
Este proyecto era dirigido por el Capitán Ruppelt, junto a su asesor científico, el doctor Hynek viajando a cuanto lugar se produciera un avistamiento, tomando testimonio, muestras y hacer toda clase de estudios necesarios.
Pero la locura llego Washington cuando una mañana del 19 de julio de 1952 a las 11:40, los radares del aeropuerto internacional de la citada capital americana, detectaron siete objetos desconocidos, confirmado por mas de 9 controladores aéreos quienes confirmaron la velocidad entre 160 y 200 Km/h.
El gobierno americano envió 2 cazas a interceptarlos sin poder localizarlos.
Días después, un 26 de Julio (esta vez en la base de Andrews) se repitieron las mismas señales en el radar. El reloj daba las 10:30 cuando los radares se volvieron locos. Los reiterados llamados de pilotos comerciales aseveraban ver naves a un lado de sus aviones, lo que detono una alerta general, con el despliegue de todo el arsenal antiaéreo.
La casa blanca dio la orden de desplegar dos formaciones de F-94 para la intercepción, pero la velocidad y alta maniobralidad de los objetos no identificados hizo imposible la tarea. Este espectáculo culmino luego de algunas horas ante la mirada atónita de miles de transeúntes desprevenidos, pero el escándalo vino a continuación, cuando el Gral. Samford declaro en conferencia de prensa, que no sabían a que se debía semejante fenómeno, pero tenían la certeza que no constituía una amenaza para el país y no podían excluir la posibilidad que se tratase de seres de otro planeta.
El 11 de septiembre (que fecha complicada) de 1952 el director de la CIA (Marshal Chadwell), dirigió un documento al directorio principal del gobierno, que entre otras cosas decía “la problemática ovni excede el nivel de las responsabilidades individuales del departamento y es de tal importancia que merece la acción del consejo de seguridad Nacional”
Durante el mismo mes de septiembre, la CIA recomendó a la Fuerza Aérea que se creara una comisión que se encargara oficialmente de la temática OVNI.
Fue conformada por 5 científicos reconocidos y precedida por HP Robertson. Esta comisión gozaba de toda la información recaudada por el Proyecto Libro Azul, y todo su equipo.
En tan solo tres días lograron lo que podemos llamar más que investigación un veredicto. Primero No tenían señales hostiles los OVNIS.
Segundo: No hay evidencia que sean una potencia foránea o extraterrestre.
Tercero: Se debe educar a la gente, para que aprenda a interpretar los fenómenos aéreos y así no confundiros con objetos no identificados.
Todo esto hecho tierra sobre evidencia que había tardado tanto tiempo recaudar.
Algunas palabras del Dr Hynek
Todo volvió a la calma, y en 1954 el Proyecto publico un informe, donde se detallaba la investigación de más de 3200 casos de avistamientos entre 1947 y 1952, con cantidad de casos explicados, y cientos sin resolver.
Puppelt siguió al mando del Proyecto, hasta que al parecer los miembros de Majestic-12 consideraron que sabía demasiado, y tomaba demasiado en serio esta investigación y fue internado a la fuerza en un hospital neuropsiquiátrico, donde al cabo de unos meses murió de una “inexplicable” enfermedad fulminante.
Luego de estos trágicos sucesos Hynek decidió salir del proyecto, al ver que los casos no tenían explicación eran guardados u ocultados sin un estudio a fondo. Tiempo después el mayor Quintanilla, se puso al mando del mismo, solo recopilando información de los casos y archivándolos casi sin darle importancia alguna.
En febrero de 1966 la comisión O Brian considero al proyecto Blue Book poco serio y falto de mirada científica, con lo que exigió la formación de un nuevo cuerpo. Esto alzó un enfrentamiento entre Quintanilla (quien creía que los OVNIS no existían y era una perdida de tiempo seguir estudiando el tema) y Hynek quien había mudado su escepticismos pidiendo una estudio mas exhaustivo y científico, dándole libertad de acción.
Luego de 21 años, los casos ascendían a 12.000 de los cuales 659 eran considerados “inexplicables”. La Fuerza Aérea convoco a viva voz a las Universidades mas importantes de los estados unidos para una nueva investigación, encontrando sus tan esperadas negativas logrando así, desacreditar la futura investigación por falta de interés.
Obviamente Hynek, de la Universidad de North Western, y el Dr. MacDonald, de la Universidad de Arizona, no fueron admitidos para la investigación considerándolos demasiado parciales en el tema. Por ello fue convocado Edward Norton, Director del departamento de Física de la Universidad de Colorado, junto a otros 12 científicos.
Esta comisión nunca investigo nada, y siempre mostró desprecio y hasta burla tratando al tema como un fenómenos sociológico, publicando en 1968 el informe definitivo bajo el nombre de “Estudio científico sobre los objetos voladores no identificados” con las de 1400 paginas.
Las conclusiones Finales fueron:
Primero: Ningún tema relacionado a los ovnis aporto algo significativo al conocimiento científico.
Segundo: No se justifica seguir con un estudio exhaustivo del fenómeno.
Tercero: La Fuerza Aérea ha manejado correctamente la información y nunca ha ocultado la misma.
Cuarto: Solo fue discreción y no ocultamiento.
Quinto: Los Ovnis no presentan un peligro para la sociedad.
Sexto: Los Ovnis no existen.
¿Increible no? Como algo que no existe no presenta un problema….
Lo mas llamativo en todo esto son las leyes AF-200-2y la JANAP-146 con las cuales se multa hasta con 10.000 USD y hasta 10 años de prisión a quien revele información comprobado sobre la temática Ovni.
¿Quieren saber que le paso a MacDonald? Si, eso que todos piensan en este momento, se “Suicido”
Para terminar, viajando al miércoles, 14 de noviembre de 2007, un informe que tome de CNN nos cuenta que un grupo de 14 científicos, pilotos, ex militares y funcionarios gubernamentales de siete países le pidieron al gobierno de EE.UU. que reabra la investigación oficial sobre los OVNIS. Uno de los portavoces del grupo es Fife Symington, un ex gobernador de Arizona y antiguo piloto de las Fuerzas Armadas. Symington, en una rueda de prensa celebrada el lunes, le pidió al gobierno que “deje de publicar historias que perpetúan el mito de que todos los objetos volantes no identificados (OVNIS) se pueden explicar en términos convencionales". El mismo Symington asegura que vio un ovni en 1997.
En el grupo de ex pilotos que participan de este pedido se encuentran los protagonistas de varios casos que en su momento fueron muy famosos. Entre ellos se destacan el de un piloto retirado de la Fuerza Aérea, que cruzó en 1994 un "enorme disco volante" en un vuelo Niza-Londres y un piloto de un caza iraní que intentó en vano atacar a un OVNI en 1976. También participa un ex alto funcionario de la administración de la aviación civil (FAA) que realizó una investigación sobre un OVNI avistado en Alaska en 1987.
Estas son las imagenes de los avistamientos en Nuevo Mexico de los que hable en la primer parte del informe. Se pueden apreciar las formaciones en V con una nave fuera de la misma (indicada por la flecha) la cual se cree es quien comanda al grupo.
Todo esto da miedo
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Re: El Proyecto Libro AZUL
jjajajjjajajajajjaajajajajjaja, muy bueno XD, espero que ustedes sepan que pasara despues XD
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Re: El Proyecto Libro AZUL
Siempre me intrigo el proyecto libro azul pensando por que el gobierno de EEUU trata por todos los medios de ocultar la unica verdad que los ETs si existen...El contenido del libro azul jamas sera revelado a la opinión publica por que seria peligroso que el mundo sepa la verdad y que el gobierno guarda para si información valiosa que utiliza para sus propios fines.
El Proyecto Libro Azul fue una serie de estudios sobre ovnis por parte de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF). Fue el segundo renacimiento de este tipo de estudio, comenzado en 1952, y estuvo activo hasta enero de 1970.
El objetivo del Proyecto Libro Azul era determinar si los ovnis eran una amenaza potencial para la seguridad nacional. Se recogieron, analizaron y archivaron miles de informes ovni. Este ha sido el último proyecto de la USAF relacionado con ovnis que se haya hecho público hasta ahora.
Proyecto Libro Azul
Según Ruppelt, hacia finales de 1951, varios generales de alto rango muy influyentes de la USAF estaban tan descontentos con el estado de las investigaciones ovni de las Fuerzas Aéreas que desmantelaron el Proyecto Grudge y lo sustituyeron por el Proyecto Libro Azul a principios de 1952. Durante el tiempo que duró Libro Azul, finalizado en 1969, se recogieron 12.618 informes ovni, y al final se concluyó que la mayoría eran malinterpretaciones de fenómenos naturales (nubes, estrellas, etc) o aviones convencionales. Unos cuantos fueron considerados fraudes. 701 casos —aproximadamente un 6%— fueron clasificados como inexplicables. Los informes fueron archivados y están disponibles bajo la Ley de Libertad de Información, pero los nombres de los testigos y otras informaciones personales han sido eliminados.
El primer jefe del proyecto fue el capitán Edward J. Ruppelt. Siguiendo sus órdenes, se creó un estándar para relatar los fenómenos. Ruppelt acuñó oficialmente el término "ovni" para sustituir a "platillo volante", más sugestivo y poco exacto, que había sido usado hasta entonces. Dejó las Fuerzas Aéreas algunos años más tarde, y escribió el libro The Report on Unidentified Flying Objects, que describía el estudio de los ovnis por parte de la USAF entre 1947 y 1955.
El astrónomo J. Allen Hynek era el consultor científico del proyecto. Trabajó para el proyecto hasta su conclusión y creó el concepto que hoy se conoce como "encuentros cercanos". Era un gran escéptico cuando comenzó, pero dijo que su escepticismo se suavizó durante la investigación, después del análisis de unos informes ovni que parecían inexplicables.
El Comité Robertson
En julio de 1952, después de haber recabado durante los meses anteriores información sobre cientos de avistamientos, se produjeron una serie de observaciones visuales coincidiendo con detecciones por radar cerca del Aeropuerto Nacional de Washington D.C. Estas observaciones condujeron a la CIA a establecer un comité de científicos que incluía a varios físicos, meteorólogos, ingenieros, y un astrónomo (Hynek), encabezados por el doctor H. P. Robertson, un físico del Instituto Tecnológico de California. El comité Robertson se reunió por primera vez el 14 de enero de 1953.
Ruppelt, Hynek y otros presentaron las mejores pruebas que habían sido recogidas por Libro Azul, incluyendo una filmación. Después de estar sólo 12 horas repasando 6 años de informaciones, el comité Robertson concluyó que la mayor parte de los casos ovni tenían explicación racional, y que todos podrían ser explicados con una investigación más profunda, que consideraron que no valía la pena.
En su informe definitivo, resaltaron que había numerosos informes de poco valor sobrecargando los canales de inteligencia, lo cual acentuaba el riesgo de omitir una supuesta amenaza real a EEUU. Por lo tanto, recomendaron a las Fuerzas Aéreas restar importancia al tema de los ovnis y emprender una campaña de desacreditación para disminuir el interés público. Aconsejaron usar los medios de comunicación, incluyendo a la compañía Walt Disney, y a psicólogos, astrónomos y famosos para ridiculizar el fenómeno y proponer explicaciones convencionales. Además, los grupos de aficionados al tema ovni "deberían ser vigilados debido a su potencial influencia sobre el pensamiento de masas... La evidente irresponsabilidad y el posible empleo de estos grupos para objetivos subversivos deberían tenerse en cuenta"[cita requerida].
En definitiva, el comité Robertson recomendaba que la opinión pública fuese controlada mediante un programa de espionaje y propaganda oficial. Muchos ufólogos creen que estas recomendaciones son la base de la política de las Fuerzas Aéreas en cuanto al fenómeno ovni, no sólo inmediatamente después del informe del comité Robertson, sino también en la actualidad[cita requerida].
Consecuencias del comité Robertson
En su libro, Ruppelt describió la desmoralización del personal de Libro Azul al eliminar la investigación de sus funciones tras la formación del comité Robertson. En febrero de 1953, como consecuencia de las recomendaciones del comité Robertson, las Fuerzas Aéreas pusieron en marcha la regulación 200-2, que permitía a los oficiales de las bases aéreas hablar públicamente de los incidentes ovni sólo si habían sido convenientemente explicados. Asimismo, todos los casos no resueltos debían ser clasificados para mantenerlos lejos de la opinión pública.
Ese mismo mes, las labores de investigación fueron asumidas por la recién formada 4602 AISS (Air Intelligence Squadron, Escuadrilla de Inteligencia de Aire), dependiente del mando de defensa aérea. La 4602 AISS tenía el deber de investigar únicamente los casos ovni más importantes, es decir, los que supusieran un riesgo para la inteligencia o la seguridad nacional. Estos casos se eliminaron del programa de Libro Azul, que fue relegado a estudiar los informes más simples.
El general Nathan Twining, que impulsó el Proyecto Signo en 1947, era por entonces el jefe de personal de las Fuerzas Aéreas. En agosto de 1954, recibió la misión de depurar responsabilidades en el seno del 4602 AISS publicando una regulación 200-2 actualizada para las Fuerzas Aéreas. Además, los ovnis fueron definidos como "cualquier objeto aerotransportado que por su funcionamiento, características aerodinámicas, o rasgos insólitos, no se ajusta a las características de ningún avión o misil conocido en este momento, o simplemente que no pueda ser identificado como un objeto común". La investigación ovni fue declarada secreta por motivos de seguridad nacional, y tenía el objetivo de averiguar "aspectos técnicos." En la regulación 200-2 se declaraba de nuevo que Libro Azul podría hablar de casos ovni con los medios de comunicación sólo si se trataba de fenómenos identificables. Si fueran no explicables, la única información que debía darse a los medios era que la situación estaba siendo analizada. También ordenaron a Libro Azul reducir el número de no identificados al mínimo.
Todo esto se hizo en secreto. La tarea de cara al público de Libro Azul siguió siendo la investigación ufológica oficial, pero la realidad era que se había reducido a una organización tapadera que apenas hacía investigaciones complejas[cita requerida]. Se había convertido casi únicamente en un equipo de relaciones públicas con la misión de desacreditarlo todo. Por citar un ejemplo, a finales de 1956, el número de casos catalogados como no resueltos había bajado a apenas el 0.4 por ciento, desde las cotas del 20 a 30 % de apenas unos años antes.
Cuando el frustrado Ruppelt abandonó en agosto de 1953, habían reducido su personal a dos subordinados y él mismo. Su suplente era un oficial no comisionado. Todos los que le sucedieron como directores de Libro Azul manifestaron apatía o incluso hostilidad rotunda al asunto ovni, o fueron obstaculizados por la carencia de financiación y apoyo oficial.
La breve permanencia de Ruppelt en Libro Azul es considerada como el periodo de máximo apogeo de las investigaciones ufológicas públicas. Por aquel entonces, las investigaciones eran tratadas seriamente y tenían el apoyo de las altas esferas. A partir de entonces, el Proyecto Libro Azul cayó en desgracia, y nunca resurgió.
Informe especial nº 14 del Proyecto Libro Azul
A finales de diciembre de 1951, Ruppelt se reunió con los miembros del Instituto Conmemorativo Battelle, un grupo de expertos establecido en Columbus, Ohio, cerca de la base aérea Wright-Patterson. Ruppelt pidió a estos expertos ayuda para poder investigar el asunto de un modo más científico. Así, el Instituto de Battelle fue quien creó el reportaje estandarizado. Comenzando a finales del marzo de 1952, el Instituto comenzó a analizar los informes y la codificación de aproximadamente 30 de sus características en tarjetas de IBM para el análisis informático.
El informe especial nº 14 del Proyecto Libro Azul era un análisis estadístico masivo de los casos analizados por Libro Azul hasta aquel momento, unos 3.200 cuando el informe quedó completado, en 1954. Incluso hoy sigue siendo el estudio ufológico más grande jamás emprendido. Battelle empleó a cuatro analistas científicos, que procuraron clasificar los casos entre "explicable", "inexplicable", y una tercera categoría "con información insuficiente". Los dos primeros tipos se clasificaron a su vez en cuatro categorías de calidad, de excelente a pobre. Por ejemplo, los casos considerados excelentes típicamente implicaban a testigos experimentados, como pilotos comerciales o personal militar entrenado, o múltiples testigos, corroborando las afirmaciones con pruebas, como detecciones de radar, fotografías u otro tipo de material tangible. Para que un caso pasara a ser considerado "explicable", era necesario sólo que dos analistas por separado tuvieron que estar de acuerdo sobre la solución. Sin embargo, para que un caso fuera "desconocido", se necesitaban cuatro analistas que estuvieran de acuerdo. De este modo, el criterio para un "inexplicable" era bastante riguroso.
Además, las observaciones fueron clasificadas mediante seis características diferentes - color, número, duración de la observación, resplandor, forma y velocidad - y luego estas características fueron ajustadas a los casos explicables e inexplicables para ver si hubiera una diferencia estadística significativa.
Los resultados principales del análisis estadístico eran:
Aproximadamente el 69% de los casos se encontraron explicables o identificables; un 9% carecía de información suficiente. El 22% se consideraron "inexplicables", algo por debajo del valor inicial del 28% de los estudios de las Fuerzas Aéreas, pero todavía una fracción muy significativa.
En la categoría de "explicables", el 86% de los fenómenos eran debidos a aviones o globos, o tenían explicaciones astronómicas. Sólo el 1,5% de todos los casos eran psicológicos o casos "de chiflados". Una categoría "mixta" comprendía el 8% de todos los casos e incluía posibles fraudes.
Cuanto más alta fuese la calidad del caso, más probabilidades tenía de ser clasificado como desconocido. El 35% de los casos excelentes fueron considerados "desconocidos", mientras que sólo lo fueron el 18% de los casos más pobres. Este era el resultado de la antítesis predicha por los escépticos, que por lo general argumentaban que los "inexplicables" eran casos de menor calidad, al implicar testigos no fiables, que podrían ser solucionados si se dispusiera de mejor información.
En las seis características estudiadas, los casos "inexplicables" se diferenciaron de los "explicables" en un nivel estadísticamente insignificante: en cinco de las seis medidas las probabilidades de que fuese explicable o inexplicable se diferenciaban por casualidad en un 1 % o menos. Cuando las seis características se consideraron juntas, la probabilidad de que coincidiera en uno u otro tipo era de menos de 1 entre mil millones.
A pesar de esto, la conclusión del informe definitivo del Instituto Battelle declaró era "sumamente improbable que cualquiera de los informes de avistamientos de objetos no identificados represente acontecimientos tecnológicos fuera de la gama de conocimiento actual". Algunos investigadores, incluyendo al Doctor Bruce Maccabee, quien repasó los datos en profundidad, han advertido que las conclusiones de los analistas estaban por lo general en desacuerdo con sus propios resultados estadísticos, mostrados en 240 dibujos, tablas, gráficos y mapas. Se dice que los analistas simplemente pudieron haber tenido problemas si hubieran acabado aceptando sus propios resultados, o quizás pudieron haber escrito las conclusiones para satisfacer el nuevo clima político dentro de Libro Azul después del comité Robertson.
Cuando las Fuerzas Aéreas finalmente hicieron público el informe especial nº 14 en octubre de 1955, se dijo que dicho informe había demostrado científicamente que los ovnis no existían. Los críticos de esta reclamación responden que el informe en realidad demostró que el número de "inexplicables" era claramente diferente al de "explicables" en un muy alto nivel de importancia estadístico. Las Fuerzas Aéreas también aseguraron, de forma incorrecta, que sólo el 3% de los casos estudiados eran desconocidos, en vez del 22% real. Incluso afirmaron que el 3% restante probablemente desaparecería si se pudiera disponer de más datos. Los críticos contestan sobre esto que no se hizo caso del hecho que los analistas ya habían agrupado tales casos en la categoría de "información insuficiente", mientras que tanto los considerados "explicables" como los "inexplicables" tenían la información suficiente para hacer una determinación. También los "inexplicables" tendían a representar los casos de calidad más altos, en los que se tenía la mejor información y testimonios.
Conclusiones oficiales del Proyecto Libro Azul
El Proyecto Libro Azul declaró que las observaciones de ovnis fueron generadas debido a:
Histeria de masas.
Individuos que inventan casos fraudulentos para buscar publicidad.
Personas con psicopatologías.
Malinterpretación de varios objetos convencionales.
Desde abril de 2003, la USAF ha indicado públicamente que no hay ningún proyecto inmediato para restablecer algún programa de estudio ufológico oficial del gobierno.
Nótese que estas conclusiones oficiales de las Fuerzas Aéreas contradicen las que obtuvo su propio comisionado en el Informe Especial nº 14 de Libro Azul. Los factores psicológicos y los fraudes en realidad constituyeron menos del 10% de todos los casos y el 22% de todas las observaciones. Los mejores casos, permanecieron no resueltos.
Postura oficial de la USAF acerca de los ovnis
Entre 1947 y 1969, las Fuerzas Aéreas investigaron los ovnis bajo el Proyecto Libro Azul. El proyecto, con la sede en la base aérea Wright-Patterson, Ohio, finalizó el 17 de diciembre de 1969. De las 12.618 observaciones catalogadas por el Proyecto Libro Azul, 701 permanecieron como "inexplicables".
La decisión de interrumpir las investigaciones ovni se basó en varios factores, como la evaluación de un informe redactado por la Universidad de Colorado titulado "El estudio científico de los ovnis", la revisión de este informe por parte de la Academia Nacional de Ciencias, los casos ovni previamente estudiados y la experiencia de las Fuerzas Aéreas, que investigó informes ovni entre 1940 y 1969.
Como consecuencia de estas investigaciones, estudios y experiencias, las conclusiones del Proyecto Libro Azul eran:
1) Ningún ovni sobre el cual hayan investigado las Fuerzas Aéreas ha supuesto ningún tipo de amenaza a la seguridad nacional.
2) Las Fuerzas Aéreas no han encontrado ninguna prueba de que las observaciones clasificadas como "no identificadas" representen objetos o principios tecnológicos que vayan más allá de los conocimientos científicos de la época.
3) No ha habido ninguna prueba que indique que las observaciones clasificadas como "no identificadas" fueran vehículos extraterrestres.
Con la conclusión del Proyecto Libro Azul, el establecimiento de la regulación de Fuerzas Aéreas y el control del programa para investigar y analizar ovnis fueron rescindidos. La documentación en cuanto a la antigua investigación de Libro Azul fue transferida a la Rama Moderna Militar, a los Archivos Nacionales y al Servicio de Registros, y está disponible para la revisión y el análisis públicos.
Desde la finalización del Proyecto Libro Azul, no ha ocurrido nada que pudiera apoyar una reanudación de las investigaciones ufológicas por parte de las Fuerzas Aéreas. Considerando el escenario actual, en el que los presupuestos de defensa disminuyen regularmente, es improbable que las Fuerzas Aéreas se metan de lleno en un proyecto tan costoso a corto plazo.
Hay un número significativo de universidades y organizaciones científicas que han analizado fenómenos ovni durante reuniones periódicas y seminarios. El interés y la revisión oportuna de informes ufológicos por parte de grupos privados asegura que las pruebas auténticas no sean pasadas por alto por la comunidad científica.
Crítica
Las conclusiones de Libro Azul no fueron aceptadas por todo el mundo, sin embargo los críticos - incluyendo a algunos científicos - sugirieron que el Proyecto Libro Azul trabajó de una forma muy cuestionable o, peor aún, fue una simple tapadera.
Por ejemplo, hay muchos informes ufológicos, sobre todo nocturnos, referentes al medio oeste y al sudeste de Estados Unidos en el verano de 1965: algunos testigos en Texas afirmaron que habían divisado "luces multicolores" y enormes objetos aéreos con forma de huevos o diamantes. La Oklahoma Highway Patrol divulgó que desde la base aérea de Hojalatero (cerca de Oklahoma City) se habían rastreado hasta cuatro ovnis simultáneamente, y que varios de ellos había descendido muy rápidamente: de aproximadamente 8.000 metros a unos 2.500 en apenas unos segundos; algo claramente que más allá de las capacidades de un avión convencional. John Shockley, un meteorólogo de Wichita, Kansas, divulgó que, usando el radar del servicio meteorológico estatal, rastreó algunos objetos aéreos que volaban en altitudes entre aproximadamente 2.000 y 3.000 metros. Éstos y otros informes recibieron una amplia publicidad.
El Proyecto Libro Azul determinó oficialmente que lo que los testigos vieron en realidad no era más que el planeta Júpiter o algunas estrellas brillantes.
La explicación de Libro Azul fue extensamente criticada como inexacto. Robert Riser, director del Planetario de la Fundación de la Ciencia y el Arte de Oklahoma, rebatió duramente la explicación de Libro Azul. Su réplica fue muy difundida: "está tan lejos de la realidad como usted pueda imaginar. Estas estrellas y planetas están sobre el lado opuesto de la tierra vistos desde Oklahoma City en esta época del año. Las Fuerzas Aéreas deben haber tenido sus aparatos astronómicos al revés en agosto".
Un editorial del periódico Richmond News Leader opinó que "los intentos de desacreditar las observaciones relatadas conforme a la exposición razonada del Proyecto Libro Azul (sic) no resolverán el misterio... y sólo servirán para aumentar la sospecha de que hay algo ahí que las Fuerzas Aéreas no quieren que nosotros sepamos", mientras que un reportero de la agencia Witchita escribió (en un breve editorial aparte) que "un radar ordinario no puede detectar planetas y estrellas".
Otro caso que los críticos de Libro Azul ensalzaron ocurrió sobre las 5 de la madrugada cerca de Ravenna, Ohio, el 17 de abril de 1966. Los agentes de policía Dale Spaur y Wilbur Neff vieron un objeto plateado discoidal con una brillante luz que emanaba de su parte inferior, a unos 300 metros de altura. Empezaron a seguir al objeto (que a veces descendía a unos 150 metros). Otros agentes de condados cercanos se implicaron también en la persecución, que acabó una hora después cerca de Freedom, Pennsylvania, a unos 50 km de distancia.
Este caso llegó a los medios nacionales, y la policía entregó informes detallados a Libro Azul. Cinco días después, sin haber entrevistado a la media docena de agentes que participaron, y a otros testigos, el director de Libro Azul, Héctor Quintanilla, anunció sus conclusiones: los agentes (uno de los cuales participó con las Fuerzas Aéreas en la Guerra de Corea) habían seguido un satélite de telecomunicaciones, y después al planeta Venus.
Esta conclusión fue rotundamente rechazada por la policía. En su contrainforme, Hynek calificó las conclusiones de Libro Azul como absurdas, dado que en sus informes, algunos de los agentes habían descrito la luna, Venus y el ovni: habían notado que aquella madrugada había una "estrella" muy brillante cerca de la luna. Se trataba de Venus. Un congresista por Ohio, William Stanton, dijo que "las Fuerzas Aéreas han perdido gran parte de su prestigio en esta comunidad... cuando la gente confía en la administración y ésta no dice la verdad, se pierde esa confianza".
La crítica de Hynek
Después de lo que él describió como un comienzo prometedor para la investigación, Hynek estaba cada vez más desencantado con Libro Azul durante su participación en el proyecto, lanzando acusaciones de indiferencia, de incompetencia y de investigación mal hecha por parte del personal de las Fuerzas Aéreas.
Hynek escribió que durante la permanencia del comandante de las Fuerzas Aéreas Héctor Quintanilla como director de Libro Azul, "la bandera de las tonterías y el sinsentido ondulaba en el punto más alto de su mástil". Hynek divulgó que el sargento David Moody - uno de los subordinados de Quintanilla - "aplicó el método de la convicción antes de la prueba. Cualquier cosa que no entendiera o no le gustara, la ponía inmediatamente en la categoría de sucesos psicológicos. Era un sabelotodo".
Hynek relató sus amargas diferencias con Moody cuando éste rechazó investigar las observaciones ovni a fondo, describiendo Moody como "el maestro del posible: el posible globo, el posible avión, los posibles pájaros... Por eso he discutido violentamente con él repetidas veces"...
El Proyecto Libro Azul fue una serie de estudios sobre ovnis por parte de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF). Fue el segundo renacimiento de este tipo de estudio, comenzado en 1952, y estuvo activo hasta enero de 1970.
El objetivo del Proyecto Libro Azul era determinar si los ovnis eran una amenaza potencial para la seguridad nacional. Se recogieron, analizaron y archivaron miles de informes ovni. Este ha sido el último proyecto de la USAF relacionado con ovnis que se haya hecho público hasta ahora.
Proyecto Libro Azul
Según Ruppelt, hacia finales de 1951, varios generales de alto rango muy influyentes de la USAF estaban tan descontentos con el estado de las investigaciones ovni de las Fuerzas Aéreas que desmantelaron el Proyecto Grudge y lo sustituyeron por el Proyecto Libro Azul a principios de 1952. Durante el tiempo que duró Libro Azul, finalizado en 1969, se recogieron 12.618 informes ovni, y al final se concluyó que la mayoría eran malinterpretaciones de fenómenos naturales (nubes, estrellas, etc) o aviones convencionales. Unos cuantos fueron considerados fraudes. 701 casos —aproximadamente un 6%— fueron clasificados como inexplicables. Los informes fueron archivados y están disponibles bajo la Ley de Libertad de Información, pero los nombres de los testigos y otras informaciones personales han sido eliminados.
El primer jefe del proyecto fue el capitán Edward J. Ruppelt. Siguiendo sus órdenes, se creó un estándar para relatar los fenómenos. Ruppelt acuñó oficialmente el término "ovni" para sustituir a "platillo volante", más sugestivo y poco exacto, que había sido usado hasta entonces. Dejó las Fuerzas Aéreas algunos años más tarde, y escribió el libro The Report on Unidentified Flying Objects, que describía el estudio de los ovnis por parte de la USAF entre 1947 y 1955.
El astrónomo J. Allen Hynek era el consultor científico del proyecto. Trabajó para el proyecto hasta su conclusión y creó el concepto que hoy se conoce como "encuentros cercanos". Era un gran escéptico cuando comenzó, pero dijo que su escepticismo se suavizó durante la investigación, después del análisis de unos informes ovni que parecían inexplicables.
El Comité Robertson
En julio de 1952, después de haber recabado durante los meses anteriores información sobre cientos de avistamientos, se produjeron una serie de observaciones visuales coincidiendo con detecciones por radar cerca del Aeropuerto Nacional de Washington D.C. Estas observaciones condujeron a la CIA a establecer un comité de científicos que incluía a varios físicos, meteorólogos, ingenieros, y un astrónomo (Hynek), encabezados por el doctor H. P. Robertson, un físico del Instituto Tecnológico de California. El comité Robertson se reunió por primera vez el 14 de enero de 1953.
Ruppelt, Hynek y otros presentaron las mejores pruebas que habían sido recogidas por Libro Azul, incluyendo una filmación. Después de estar sólo 12 horas repasando 6 años de informaciones, el comité Robertson concluyó que la mayor parte de los casos ovni tenían explicación racional, y que todos podrían ser explicados con una investigación más profunda, que consideraron que no valía la pena.
En su informe definitivo, resaltaron que había numerosos informes de poco valor sobrecargando los canales de inteligencia, lo cual acentuaba el riesgo de omitir una supuesta amenaza real a EEUU. Por lo tanto, recomendaron a las Fuerzas Aéreas restar importancia al tema de los ovnis y emprender una campaña de desacreditación para disminuir el interés público. Aconsejaron usar los medios de comunicación, incluyendo a la compañía Walt Disney, y a psicólogos, astrónomos y famosos para ridiculizar el fenómeno y proponer explicaciones convencionales. Además, los grupos de aficionados al tema ovni "deberían ser vigilados debido a su potencial influencia sobre el pensamiento de masas... La evidente irresponsabilidad y el posible empleo de estos grupos para objetivos subversivos deberían tenerse en cuenta"[cita requerida].
En definitiva, el comité Robertson recomendaba que la opinión pública fuese controlada mediante un programa de espionaje y propaganda oficial. Muchos ufólogos creen que estas recomendaciones son la base de la política de las Fuerzas Aéreas en cuanto al fenómeno ovni, no sólo inmediatamente después del informe del comité Robertson, sino también en la actualidad[cita requerida].
Consecuencias del comité Robertson
En su libro, Ruppelt describió la desmoralización del personal de Libro Azul al eliminar la investigación de sus funciones tras la formación del comité Robertson. En febrero de 1953, como consecuencia de las recomendaciones del comité Robertson, las Fuerzas Aéreas pusieron en marcha la regulación 200-2, que permitía a los oficiales de las bases aéreas hablar públicamente de los incidentes ovni sólo si habían sido convenientemente explicados. Asimismo, todos los casos no resueltos debían ser clasificados para mantenerlos lejos de la opinión pública.
Ese mismo mes, las labores de investigación fueron asumidas por la recién formada 4602 AISS (Air Intelligence Squadron, Escuadrilla de Inteligencia de Aire), dependiente del mando de defensa aérea. La 4602 AISS tenía el deber de investigar únicamente los casos ovni más importantes, es decir, los que supusieran un riesgo para la inteligencia o la seguridad nacional. Estos casos se eliminaron del programa de Libro Azul, que fue relegado a estudiar los informes más simples.
El general Nathan Twining, que impulsó el Proyecto Signo en 1947, era por entonces el jefe de personal de las Fuerzas Aéreas. En agosto de 1954, recibió la misión de depurar responsabilidades en el seno del 4602 AISS publicando una regulación 200-2 actualizada para las Fuerzas Aéreas. Además, los ovnis fueron definidos como "cualquier objeto aerotransportado que por su funcionamiento, características aerodinámicas, o rasgos insólitos, no se ajusta a las características de ningún avión o misil conocido en este momento, o simplemente que no pueda ser identificado como un objeto común". La investigación ovni fue declarada secreta por motivos de seguridad nacional, y tenía el objetivo de averiguar "aspectos técnicos." En la regulación 200-2 se declaraba de nuevo que Libro Azul podría hablar de casos ovni con los medios de comunicación sólo si se trataba de fenómenos identificables. Si fueran no explicables, la única información que debía darse a los medios era que la situación estaba siendo analizada. También ordenaron a Libro Azul reducir el número de no identificados al mínimo.
Todo esto se hizo en secreto. La tarea de cara al público de Libro Azul siguió siendo la investigación ufológica oficial, pero la realidad era que se había reducido a una organización tapadera que apenas hacía investigaciones complejas[cita requerida]. Se había convertido casi únicamente en un equipo de relaciones públicas con la misión de desacreditarlo todo. Por citar un ejemplo, a finales de 1956, el número de casos catalogados como no resueltos había bajado a apenas el 0.4 por ciento, desde las cotas del 20 a 30 % de apenas unos años antes.
Cuando el frustrado Ruppelt abandonó en agosto de 1953, habían reducido su personal a dos subordinados y él mismo. Su suplente era un oficial no comisionado. Todos los que le sucedieron como directores de Libro Azul manifestaron apatía o incluso hostilidad rotunda al asunto ovni, o fueron obstaculizados por la carencia de financiación y apoyo oficial.
La breve permanencia de Ruppelt en Libro Azul es considerada como el periodo de máximo apogeo de las investigaciones ufológicas públicas. Por aquel entonces, las investigaciones eran tratadas seriamente y tenían el apoyo de las altas esferas. A partir de entonces, el Proyecto Libro Azul cayó en desgracia, y nunca resurgió.
Informe especial nº 14 del Proyecto Libro Azul
A finales de diciembre de 1951, Ruppelt se reunió con los miembros del Instituto Conmemorativo Battelle, un grupo de expertos establecido en Columbus, Ohio, cerca de la base aérea Wright-Patterson. Ruppelt pidió a estos expertos ayuda para poder investigar el asunto de un modo más científico. Así, el Instituto de Battelle fue quien creó el reportaje estandarizado. Comenzando a finales del marzo de 1952, el Instituto comenzó a analizar los informes y la codificación de aproximadamente 30 de sus características en tarjetas de IBM para el análisis informático.
El informe especial nº 14 del Proyecto Libro Azul era un análisis estadístico masivo de los casos analizados por Libro Azul hasta aquel momento, unos 3.200 cuando el informe quedó completado, en 1954. Incluso hoy sigue siendo el estudio ufológico más grande jamás emprendido. Battelle empleó a cuatro analistas científicos, que procuraron clasificar los casos entre "explicable", "inexplicable", y una tercera categoría "con información insuficiente". Los dos primeros tipos se clasificaron a su vez en cuatro categorías de calidad, de excelente a pobre. Por ejemplo, los casos considerados excelentes típicamente implicaban a testigos experimentados, como pilotos comerciales o personal militar entrenado, o múltiples testigos, corroborando las afirmaciones con pruebas, como detecciones de radar, fotografías u otro tipo de material tangible. Para que un caso pasara a ser considerado "explicable", era necesario sólo que dos analistas por separado tuvieron que estar de acuerdo sobre la solución. Sin embargo, para que un caso fuera "desconocido", se necesitaban cuatro analistas que estuvieran de acuerdo. De este modo, el criterio para un "inexplicable" era bastante riguroso.
Además, las observaciones fueron clasificadas mediante seis características diferentes - color, número, duración de la observación, resplandor, forma y velocidad - y luego estas características fueron ajustadas a los casos explicables e inexplicables para ver si hubiera una diferencia estadística significativa.
Los resultados principales del análisis estadístico eran:
Aproximadamente el 69% de los casos se encontraron explicables o identificables; un 9% carecía de información suficiente. El 22% se consideraron "inexplicables", algo por debajo del valor inicial del 28% de los estudios de las Fuerzas Aéreas, pero todavía una fracción muy significativa.
En la categoría de "explicables", el 86% de los fenómenos eran debidos a aviones o globos, o tenían explicaciones astronómicas. Sólo el 1,5% de todos los casos eran psicológicos o casos "de chiflados". Una categoría "mixta" comprendía el 8% de todos los casos e incluía posibles fraudes.
Cuanto más alta fuese la calidad del caso, más probabilidades tenía de ser clasificado como desconocido. El 35% de los casos excelentes fueron considerados "desconocidos", mientras que sólo lo fueron el 18% de los casos más pobres. Este era el resultado de la antítesis predicha por los escépticos, que por lo general argumentaban que los "inexplicables" eran casos de menor calidad, al implicar testigos no fiables, que podrían ser solucionados si se dispusiera de mejor información.
En las seis características estudiadas, los casos "inexplicables" se diferenciaron de los "explicables" en un nivel estadísticamente insignificante: en cinco de las seis medidas las probabilidades de que fuese explicable o inexplicable se diferenciaban por casualidad en un 1 % o menos. Cuando las seis características se consideraron juntas, la probabilidad de que coincidiera en uno u otro tipo era de menos de 1 entre mil millones.
A pesar de esto, la conclusión del informe definitivo del Instituto Battelle declaró era "sumamente improbable que cualquiera de los informes de avistamientos de objetos no identificados represente acontecimientos tecnológicos fuera de la gama de conocimiento actual". Algunos investigadores, incluyendo al Doctor Bruce Maccabee, quien repasó los datos en profundidad, han advertido que las conclusiones de los analistas estaban por lo general en desacuerdo con sus propios resultados estadísticos, mostrados en 240 dibujos, tablas, gráficos y mapas. Se dice que los analistas simplemente pudieron haber tenido problemas si hubieran acabado aceptando sus propios resultados, o quizás pudieron haber escrito las conclusiones para satisfacer el nuevo clima político dentro de Libro Azul después del comité Robertson.
Cuando las Fuerzas Aéreas finalmente hicieron público el informe especial nº 14 en octubre de 1955, se dijo que dicho informe había demostrado científicamente que los ovnis no existían. Los críticos de esta reclamación responden que el informe en realidad demostró que el número de "inexplicables" era claramente diferente al de "explicables" en un muy alto nivel de importancia estadístico. Las Fuerzas Aéreas también aseguraron, de forma incorrecta, que sólo el 3% de los casos estudiados eran desconocidos, en vez del 22% real. Incluso afirmaron que el 3% restante probablemente desaparecería si se pudiera disponer de más datos. Los críticos contestan sobre esto que no se hizo caso del hecho que los analistas ya habían agrupado tales casos en la categoría de "información insuficiente", mientras que tanto los considerados "explicables" como los "inexplicables" tenían la información suficiente para hacer una determinación. También los "inexplicables" tendían a representar los casos de calidad más altos, en los que se tenía la mejor información y testimonios.
Conclusiones oficiales del Proyecto Libro Azul
El Proyecto Libro Azul declaró que las observaciones de ovnis fueron generadas debido a:
Histeria de masas.
Individuos que inventan casos fraudulentos para buscar publicidad.
Personas con psicopatologías.
Malinterpretación de varios objetos convencionales.
Desde abril de 2003, la USAF ha indicado públicamente que no hay ningún proyecto inmediato para restablecer algún programa de estudio ufológico oficial del gobierno.
Nótese que estas conclusiones oficiales de las Fuerzas Aéreas contradicen las que obtuvo su propio comisionado en el Informe Especial nº 14 de Libro Azul. Los factores psicológicos y los fraudes en realidad constituyeron menos del 10% de todos los casos y el 22% de todas las observaciones. Los mejores casos, permanecieron no resueltos.
Postura oficial de la USAF acerca de los ovnis
Entre 1947 y 1969, las Fuerzas Aéreas investigaron los ovnis bajo el Proyecto Libro Azul. El proyecto, con la sede en la base aérea Wright-Patterson, Ohio, finalizó el 17 de diciembre de 1969. De las 12.618 observaciones catalogadas por el Proyecto Libro Azul, 701 permanecieron como "inexplicables".
La decisión de interrumpir las investigaciones ovni se basó en varios factores, como la evaluación de un informe redactado por la Universidad de Colorado titulado "El estudio científico de los ovnis", la revisión de este informe por parte de la Academia Nacional de Ciencias, los casos ovni previamente estudiados y la experiencia de las Fuerzas Aéreas, que investigó informes ovni entre 1940 y 1969.
Como consecuencia de estas investigaciones, estudios y experiencias, las conclusiones del Proyecto Libro Azul eran:
1) Ningún ovni sobre el cual hayan investigado las Fuerzas Aéreas ha supuesto ningún tipo de amenaza a la seguridad nacional.
2) Las Fuerzas Aéreas no han encontrado ninguna prueba de que las observaciones clasificadas como "no identificadas" representen objetos o principios tecnológicos que vayan más allá de los conocimientos científicos de la época.
3) No ha habido ninguna prueba que indique que las observaciones clasificadas como "no identificadas" fueran vehículos extraterrestres.
Con la conclusión del Proyecto Libro Azul, el establecimiento de la regulación de Fuerzas Aéreas y el control del programa para investigar y analizar ovnis fueron rescindidos. La documentación en cuanto a la antigua investigación de Libro Azul fue transferida a la Rama Moderna Militar, a los Archivos Nacionales y al Servicio de Registros, y está disponible para la revisión y el análisis públicos.
Desde la finalización del Proyecto Libro Azul, no ha ocurrido nada que pudiera apoyar una reanudación de las investigaciones ufológicas por parte de las Fuerzas Aéreas. Considerando el escenario actual, en el que los presupuestos de defensa disminuyen regularmente, es improbable que las Fuerzas Aéreas se metan de lleno en un proyecto tan costoso a corto plazo.
Hay un número significativo de universidades y organizaciones científicas que han analizado fenómenos ovni durante reuniones periódicas y seminarios. El interés y la revisión oportuna de informes ufológicos por parte de grupos privados asegura que las pruebas auténticas no sean pasadas por alto por la comunidad científica.
Crítica
Las conclusiones de Libro Azul no fueron aceptadas por todo el mundo, sin embargo los críticos - incluyendo a algunos científicos - sugirieron que el Proyecto Libro Azul trabajó de una forma muy cuestionable o, peor aún, fue una simple tapadera.
Por ejemplo, hay muchos informes ufológicos, sobre todo nocturnos, referentes al medio oeste y al sudeste de Estados Unidos en el verano de 1965: algunos testigos en Texas afirmaron que habían divisado "luces multicolores" y enormes objetos aéreos con forma de huevos o diamantes. La Oklahoma Highway Patrol divulgó que desde la base aérea de Hojalatero (cerca de Oklahoma City) se habían rastreado hasta cuatro ovnis simultáneamente, y que varios de ellos había descendido muy rápidamente: de aproximadamente 8.000 metros a unos 2.500 en apenas unos segundos; algo claramente que más allá de las capacidades de un avión convencional. John Shockley, un meteorólogo de Wichita, Kansas, divulgó que, usando el radar del servicio meteorológico estatal, rastreó algunos objetos aéreos que volaban en altitudes entre aproximadamente 2.000 y 3.000 metros. Éstos y otros informes recibieron una amplia publicidad.
El Proyecto Libro Azul determinó oficialmente que lo que los testigos vieron en realidad no era más que el planeta Júpiter o algunas estrellas brillantes.
La explicación de Libro Azul fue extensamente criticada como inexacto. Robert Riser, director del Planetario de la Fundación de la Ciencia y el Arte de Oklahoma, rebatió duramente la explicación de Libro Azul. Su réplica fue muy difundida: "está tan lejos de la realidad como usted pueda imaginar. Estas estrellas y planetas están sobre el lado opuesto de la tierra vistos desde Oklahoma City en esta época del año. Las Fuerzas Aéreas deben haber tenido sus aparatos astronómicos al revés en agosto".
Un editorial del periódico Richmond News Leader opinó que "los intentos de desacreditar las observaciones relatadas conforme a la exposición razonada del Proyecto Libro Azul (sic) no resolverán el misterio... y sólo servirán para aumentar la sospecha de que hay algo ahí que las Fuerzas Aéreas no quieren que nosotros sepamos", mientras que un reportero de la agencia Witchita escribió (en un breve editorial aparte) que "un radar ordinario no puede detectar planetas y estrellas".
Otro caso que los críticos de Libro Azul ensalzaron ocurrió sobre las 5 de la madrugada cerca de Ravenna, Ohio, el 17 de abril de 1966. Los agentes de policía Dale Spaur y Wilbur Neff vieron un objeto plateado discoidal con una brillante luz que emanaba de su parte inferior, a unos 300 metros de altura. Empezaron a seguir al objeto (que a veces descendía a unos 150 metros). Otros agentes de condados cercanos se implicaron también en la persecución, que acabó una hora después cerca de Freedom, Pennsylvania, a unos 50 km de distancia.
Este caso llegó a los medios nacionales, y la policía entregó informes detallados a Libro Azul. Cinco días después, sin haber entrevistado a la media docena de agentes que participaron, y a otros testigos, el director de Libro Azul, Héctor Quintanilla, anunció sus conclusiones: los agentes (uno de los cuales participó con las Fuerzas Aéreas en la Guerra de Corea) habían seguido un satélite de telecomunicaciones, y después al planeta Venus.
Esta conclusión fue rotundamente rechazada por la policía. En su contrainforme, Hynek calificó las conclusiones de Libro Azul como absurdas, dado que en sus informes, algunos de los agentes habían descrito la luna, Venus y el ovni: habían notado que aquella madrugada había una "estrella" muy brillante cerca de la luna. Se trataba de Venus. Un congresista por Ohio, William Stanton, dijo que "las Fuerzas Aéreas han perdido gran parte de su prestigio en esta comunidad... cuando la gente confía en la administración y ésta no dice la verdad, se pierde esa confianza".
La crítica de Hynek
Después de lo que él describió como un comienzo prometedor para la investigación, Hynek estaba cada vez más desencantado con Libro Azul durante su participación en el proyecto, lanzando acusaciones de indiferencia, de incompetencia y de investigación mal hecha por parte del personal de las Fuerzas Aéreas.
Hynek escribió que durante la permanencia del comandante de las Fuerzas Aéreas Héctor Quintanilla como director de Libro Azul, "la bandera de las tonterías y el sinsentido ondulaba en el punto más alto de su mástil". Hynek divulgó que el sargento David Moody - uno de los subordinados de Quintanilla - "aplicó el método de la convicción antes de la prueba. Cualquier cosa que no entendiera o no le gustara, la ponía inmediatamente en la categoría de sucesos psicológicos. Era un sabelotodo".
Hynek relató sus amargas diferencias con Moody cuando éste rechazó investigar las observaciones ovni a fondo, describiendo Moody como "el maestro del posible: el posible globo, el posible avión, los posibles pájaros... Por eso he discutido violentamente con él repetidas veces"...
Densha Otaku- Sensei
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